miércoles, 14 de enero de 2009

El hombre que pudo reinar

Mi médico de cabecera además de calarme bien y pronto bebe cerveza. Con unas cuantas de por medio me ha dado un diagnóstico claro, sufro delirios.

A la sugerencia de que si eran de grandeza me ha contestado claramente: "No, sólo deliras".

Me subyugaba la idea de que fuesen del tipo napoleónico, hitleriano o stalinista, pero no, sólo son delirios, sin más, ¿quizá tremens?, de ser así vendrán motivados por la nula metabolización (¿existirá tal palabro?) que nuesto hígado hace del etanol (presente en el alcohol que bebemos tan ricamente, al menos yo y varios más que conozco que agotan sin pestañear hasta el agua de los floreros). Esto también me lo ha dicho el susodicho, lo del etanol, no lo de los floreros aunque también los conoce. Ha añadido que al no metabolizarlo el mencionado órgano lo absorbe sin más y hace que se resienta a la larga. ¿Será por ello que engordo sin remedio? A ver si la curva que desciende desde mi esófago hasta siete centímetros antes de mi polla no es la barriga y es el puñetero hígado...

Si estáis pensando que por decir siete he cogido una regla y he medido el espacio que media entre los citados puntos no sigáis con tal pensamiento porque no lo hecho, es mera intuición a la par que ganas de no caer en la facilidad del cinco o del diez. Igual son siete y medio. Hace tiempo que no juego al femenino de tal cantidad. Cuando jugaba solía hacerlo con mi médico de cabecera. Diréis que vaya galeno, bebedor, jugador... Es que me gusta la gente dicharachera, chico. A ver si repito consulta en breve y no me toca esperar tanto como esta vez... Además paga, vamos, un chollo.

¿Nos echamos una ruleta? Me seduce su movimiento circular, los colores de Stendhal dando vueltas revolucionados pasan ante mis ojos de jugador compulsivo, los números marcan mi sino o no. El doble cero me da una oportunidad más para perder. Soy adicto al sube-baja, al giro, a la bola. Blanco, rojo, negro, verde, cromática ecuación. ¡Que le corten la cabeza!

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Siento delirios o cientos de lirios?
¿Hablas de lirios y droyanos? ¡hip!
¿Delirante o del ir antes?
¿Delirando o del ir dando?
¿El cerebro, el corazón, el hígado, los testículos? ¡Que no jodan! Lo único que sigue creciendo cuando te quedas calvo son las uñas. ¡Lo importante son las uñas, coño!
¡La onicofagia, ésa es la gran pandemia!
¡Creemos un lazo para luchar contra ella! ¡Saquemos a la calle nuestras huchas de lata para recaudar fondos contra la onicofagia!
¡Dejémonos crecer las uñas para demostrar al mundo nuestra salud!
De lire á bas tu delires?
To rave (el inglés tiene connotaciones sexuales).

Besos del iré, pero volveré.