jueves, 31 de enero de 2008

Pasión

Hay dos cosas que me gustan sobremanera y las cuáles no las he abordado todavía en este blog. Curioso, ¿no? La gente suele hablar más de aquello que le gusta y ama que de lo que no. Mis dos pasiones son el foot-ball y el cine.

Quizá por eso, porque son materias que amo prefería no introducirlas en el blog de cualquier modo, especialmente el foot-ball. Últimamente ya me picaba demasiado, tenía que dar rienda suelta cuanto antes a mi pasión futbolera pero no sabía cómo empezar, o mejor dicho, lo sabía pero no encontraba las palabras para todo lo que quería contar.

Hete aquí, que buceando en los archivos sonoros de El Larguero me encuentro con lo que el palurdo del director ha llamado la Historia Sagrada del Fútbol. Todos los jueves José Antonio Martín Otín, Petón, cuenta una bonita historia sobre alguien ligado a este hermoso y bello juego. A veces son personajes desconocidos, otras no tanto, otras auténticos mitos. Lo que cuenta Petón es fantástico en sí mismo pero además da gusto escucharlo por su voz y por la pasión que pone al hacerlo. El director del programa, aunque palurdo, copioncete y un montón más de cosillas que no me gustan, no es tonto y ha decidido (aunque a lo mejor esto no lo ha decidido él) guardar las intervenciones de Petón en la página de su programa (no es para menos) a donde podéis acceder desde el hipervínculo anterior.

Conozco (no personalmente) a Petón desde una noche del año 2004. Llegaba a casa después de currar un viernes (01hoo aprox.) y puse la radio, como casi siempre estaba sintonizada Radio Marca (ahora la llamo Radio Maraca). Escuché una canción rara por el estilo, la hora y demás y pensé que había movido el dial y que aquello no era Radio Marca, total, intenté sintonizarla y nada, no daba con la dichosa emisora. Lo dejé donde la canción rara y apagué la radio. Volví a encenderla minutos más tarde y otra canción extraña. Además de repente empezaron a hablar unos tipos diciendo lo que a mí me parecieron incoherencias y la volví a apagar añorando información deportiva.

Una semana, o varias más tarde, otro viernes después de regresar del trabajo, cansado, volví a encender la radio esperándome algo que tuviese que ver con deporte y apareció la voz cautivadora de un tipo que contaba la historia de un jugador del Atlético de Madrid de los años 50, del cuál no recuerdo ahora el nombre, que estuvo enamorado de Lola Flores, una historia que yo mismo sabía porque la había escuchado tiempo atrás. Una vez que terminó con la narración dio paso a una canción, ésta si que no la recuerdo para nada, pero tenía que ver con el foot-ball. Seguí atento el programa, después habló un locutor joven, reconocí la voz de quien la semana o semanas atrás me hizo apagar la radio pero esta vez no la apagué, al contrario, me estaba encantando lo que escuchaba.

Más adelante me enteré de que aquello era un programa llamado El fútbol tiene música (en el hipervínculo están todas las emisiones del programa desde el 101204 hasta el final de su emisión 270506 salvo un especial del reencuentro que hicieron en 2007) que intentaba y conseguía conjuntar el foot-ball y la música. El tipo de la voz cautivadora que contaba historias era el mencionado Petón y el jovenzuelo un tal José Núñez, hermano del por entonces jugador del Real Madrid, después del Liverpool (con el que ganó la copa de Europa) y en la actualidad en el Celta, Antonio Núñez. Aquello fue creciendo, yo me tragué un montón de programas y se creó una gran familia, de la cual en un momento dado me desligué cuando vi que había crecido demasiado.

Todo esto, si habéis llegado aquí queridos lectores, no ha sido más que un paréntesis para explicaros desde cuándo conozco al tal Petón. En la actualida,para ahondar algo más en su figura, además de la colaboración en El Larguero, lleva una agencia de representación de jugadores (Bahía), comenta partidos en Carrusel deportivo de la susodicha cadena Ser, es tertuliano en Radio Maraca, está escribiendo un libro sobre Pepín Bello (tiene otro sobre José Antonio Primo de Rivera), es medio propietario o entero del Huesca y seguro que un montón de cosas más porque tiene pinta de ser hiperactivo.

A lo que iba, el foot-ball y cuál sería la mejor manera de incorporarlo al blog. Como os decía arriba no encontraba las palabras adecuadas, épicas, contundentes para abordar el tema pero, tras encontrarme con Petón en El Larguero, ya las tengo, de hecho las pone él, porque he decidido que la mejor manera de bautizar tan glorioso juego en mi menos glorioso blog sea con una de sus múltiples historietas. Así que aquí la tenéis:

La he retirado porque cargaba un poquito que se lanzase cada vez que se abría la página.


De nuevo, gracias, Petón.

Número 14, presente.

martes, 29 de enero de 2008

Cuarenta castañas

Ésas son las que tiene el heredero de la familia Mongo. Para saber qué opino de todos esos cumpleaños y la cobertura informativa sirva como ejemplo lo que hay escrito un poco más abajo acerca del padre.

Hoy mi preocupación, por llamarla de algún modo, es otra. Yo he crecido a la par del tipo éste. No tengo su edad pero empiezo a acercarme peligrosamente. Recuerdo que hizo el C.O.U. (en Canadá, claro) que luego estudió (es un decir, supongo) en la Autónoma, un "master" en Georgetown (donde todo sea dicho, tiene pinta de que se hinchó a follar), sus novietas. Todo demasiado cerca temporalmente de las vicisitudes de la mía. O sea que en cierto modo él iba siendo una especie de preámbulo de lo que le me iba esperando a mí (de esto me he dado cuenta ahora con esto de los cuarenta). Eso sí, todo lo mío más humilde que lo de él, que lo de Georgetown y la noruega, ya me hubiera gustado para mí, ya.

Todos los años cuando llega la fecha del cumple de este taruguín me acuerdo de unos, digamos, amigos de mis padres, un poco paletoides, que se ufanaban de que su hijo había nacido el misma año que el heredero Mongo, y tan contentos. Hay que ser palurdo. Y, obviamente, en una fecha tan señalada como la de los cuarenta, pues me acordé y dije, tengo que escribir algo.

Y eso estoy haciendo, quería dar un poco de caña pero desde el día que me enteré del tema hasta hoy que me he puesto a escribir he visto que tengo los cuarenta a la vuelta de la esquina y que mi vida no la tengo ni medio resuelta económicamente (por no decir que ahora mismo sobrevivo gracias a la caridad), que no me dedico a nada (cosa que tampoco está mal), que no he aprovechado mis múltiples talentos para dedicarme a algo que me guste, que es un bonito desastre, que cuando pensaba que se estabilizaba por alguna parte me vuelvo a meter en mil charcos, que el cuerpo me duele a todas horas porque trasnocho como ha tiempo que no practicaba, que más o menos a la gente que pulula a mi alrededor se le va cuadrando la vida y aquí uno, al contrario, se le descuadra todo cuando más cerca atisbaba la tranquilidad. Pues si ha de ser así, si he de seguir como una puta montaña rusa, adelante, caos, apodérate definitivamente de mí y dame bien por el culo.

Besos.

domingo, 20 de enero de 2008

Eureka!

Hace unos días me comentó que nunca había puntuado en el uno contra uno tradicional. Para alguien a quien intuía con tiempo en el juego me dejó sorprendido. Pasaron los días y en la última ocasión le volví a preguntar: "¿Nunca, en serio?", "Nunca". Unas horas después en pleno partido se echó a reír de golpe y porrazo y dejó de jugar. Trece años después de comenzar su carrera lo consiguió. De nada.

miércoles, 9 de enero de 2008

Anniversaire royal

He asistido anonadado, o mejor dicho, acojonado, al despliegue que nuestra querida TVE ha organizado con motivo del septuagésimo cumpleaños del patriarca de la familia Mongo. Está claro que después del "¿por qué no te callas?" era más necesario que nunca hacer un buen lavado de imagen del ínclito sujeto y su puñetera familia.

Pues, ¿para qué están la TVE y nuestros impuestos? Para hacer el ganso y hala, vamos a montarle al majadero un coro de pelotas y como eran setenta años, pues setenta pelotas y majaderos le graban un bonito mensaje de felicitación. Estos mensajes se emitieron indistintamente entre programas en los días previos y el propio del dichoso cumpleaños.

Hasta aquí, ya os digo, acojonado perdido. Mira que no suelo ver TVE pero coño, se me ocurre justo hacerlo esos días más veces que en todo el puto año. Imaginaos la recua de personalidades que aparecían por ahí, no vi demasiados, pero que recuerde: Mariano Rajoy, no me quedé con las sandeces que soltaba porque suelo desconectar cada vez que lo veo, por cierto, es tan inútil que era con diferencia al que más se le notaba que leía el "telepronter" porque movía esos ojillos de ratón que tiene de un lado a otro rápidamente y con poco recorrido; obviamente ZP, el cargo obliga y no se lo tendré demasiado en cuenta; unos viejunos con gafas y muchos libros a sus espaldas que tenían pinta de catedráticos, escritores o presidentes de alguna academia. Hasta aquí, previsible.

Luego había otros que bueno, no los esperaba del todo pero eran posibles: Fernando Alonso, qué pelota el tío; Severiano Ballesteros, otro que tal y mira que éste siempre me ha caído bien; creo recordar algún deportista más no tan conocido como los anteriores, pero cuando se me pusieron los pelos como escarpias, los del culo, digo, fue cuando de repente aparece... ¡¡Carmen Maura!! La musa de Almadraba y toda la Movida de los cojones en plan medio putón acaramelado felicitando al Mongo mayor. ¡¡Acojonante!! Me viene a la mente y me da un paralís de la impresión.

Pero, amigos, o no, el sumún (empecé a pensar que se me había resbalado algo extraño dentro de la cazuela) fue al ver en mi preciosa LCD Samsung tan plana, tan negra, tan preciosa ella a ¡¡Imanol Arias!! Joder, que éste no se casaba con nadie, tú no, tío, no serás capaz. Con su bigote de "Cuéntame". Pero lo mejor vino cuando empezó a hablar y dijo algo así como: Majestad, en nombre mío y de toda la familia Alcántara le queremos desear... blablabla, ¿en nombre de quién?, ¿de la familia qué?, ¡no era Imanol Arias, actor, el que felicitaba al patriarca, sino un personaje de una serie! Pero, ¡qué fuerte!, ¡qué cojones fuerte, "fuertísimo"! Y lo es por dos razones diferentes y excluyentes:

1. Hay alguien tan sumamente estúpido en TVE o donde sea que decidió que los Alcántara con su tirón popular serían un puntazo ofreciendo su propia felicitación al mencionado sujeto. Un tipo así seguro que además cobra una pasta por ideas tan brillantes. Esto es fuerte, pero España está llena de tontolabas, ya estamos acostumbrados.

2. Imanol Arias es un cachondo (dato contrastado), trabaja en TVE, le ponen en el compromiso de que tiene que grabar un mensajito y para evitar ser él quien quede como un puñetero pelota monárquico, cosa que intuyo que no es, se le ocurre la maquiavélica idea de que sea el puto Antonio, Antoñito Alcántara quien desee el feliz cumpleaños, con lo cuál puede seguir siendo un rojeras republicano. Además el mensaje queda tan ridículo que parece que se está descojonando del Mongo, de TVE y de toda la peña. Si es así, olé tus huevos. Esto, por cierto, me retrotrae al primer punto: en TVE hay gente estúpida que acepta este tipo de propuestas y se las meten dobladas. O bien, hay demasiado republicano cachondo en el Ente, como lo llaman los catetos.

Sabéis, ¿no?: piensa mal y acertarás.

miércoles, 2 de enero de 2008

Año nuevo, vicios viejos

El otro día le comentaba a... llamémosla Elle, que la división del tiempo es algo irreal, algo que los humanos nos hemos autoimpuesto para poder contarlo y que nos sirva de referencia. Que no por pasar de año nos tiene que ir mejor, o peor, o tiene que haber cambios significativos. Nos irá bien o mal independientemente del año que sea. Supongo que habrá gente que piense que para ellos desde que nacieron todo es lo mismo: mierda. ¿Qué les dices, que el próximo año será mejor? Ya sabes la respuesta.

He perdido la cuenta de los 2 de enero que se me sigue yendo la cabeza por los excesos de Nochevieja. Porque si estás jodido el día 1 es lógico, pero el 2... Los viejos vicios. Me duele todo.