viernes, 15 de enero de 2010

La lista del charro

Hace unos días, al hilo de un comentario que escuché en la radio, me dio por pensar qué lista llevará Del Bosque a Sudáfrica. Obviamente todo dependerá del momento de forma en que lleguen algunos jugadores de los que no son fijos.

Creo, por lo visto hasta ahora, que llevará tres porteros (de perogrullo), siete defensas, un par de ellos, mínimo, que puedan jugar tanto de central como de lateral, nueve centrocampistas y cuatro delanteros.

A día de hoy la lista en la que creo que piensa Del Bosque sería la que sigue después. La interrogación indica los jugadores sobre los que creo que duda:

Iker, Reina, Diego López.
Ramos, Arbeloa, Capdevila, Albiol, Piqué, Puyol, Marchena?
Busquets, Senna, Alonso, Cesc, Xavi, Iniesta, Silva, Mata, Navas?
Torres, Villa, Güiza, Negredo?

Creo que Marchena no le convence del todo pero no ve otro mejor que llevar y en un momento determinado lo puede poner en el medio campo en caso de necesidad.

A Busquets y Senna los considera imprescindibles, pero lo de Senna depende de si se recupera totalmente de la lesión y alcanza su nivel de juego anterior.

Si Navas puede ir por sus problemas de ansiedad, está claro que va porque está que se sale y Del Bosque quiere tener alguien que pueda dar otras opciones al juego y pegarse a la banda, sobre todo si los partidos se atascan.

Y Negredo se lo va a tener que jugar con Llorente, o bien, a lo mejor termina metiendo otro extremo y dejando al cuarto delantero en casa.

Pero si tengo que apostar, lo hago por la lista anterior.

La mía, por el momento de forma en que están ahora mismo es ésta:

Iker, Valdés, Palop.
Ramos, Arbeloa, Albiol, Piqué, Puyol, Capdevila, Marchena.
Busquets, Senna, Alonso, Xavi, Iniesta, Cesc, Silva, Mata, Navas, Pedro.
Torres, Villa, Güiza.

sábado, 9 de enero de 2010

Eléctrico e intenso

En pocas ocasiones somos plenamente conscientes de asistir a un momento o acontecimiento histórico o, cuanto menos, realmente importante. Más aún si dicha importancia atañe al resto del Planeta. Pues tal cosa viví ayer, quién lo diría, viendo la tele. En una pausa publicitaria contemplé cómo Renault anuncia que apuesta por el coche eléctrico, desde ¡YA! Me pareció increíble, más cuando el anuncio no lo descubre hasta el final, porque habla de avances, ecología y mandangas similares que hoy día ves en cualquier publicidad de vehículos y, me dejó impactado. Precisamente, me dejó con la sensación de haber asistido a algo histórico de verdad.

En otro orden de cosas, ayer también, fue un aniversario histórico, siento la redundancia pero no encuentro mejor palabra para calificarlo, el noveno, concretamente, de mi llegada a la villa de Madrid. Reflexionando sobre ello me dio por echar la vista atrás, y, ¡joder!, me percaté claramente de lo intensos que han sido estos nueve años; diría que equivalen a dieciocho o veinte de los anteriores o de la vida de casi cualquier otra persona. ¡Que siga la juerga! O no.

domingo, 3 de enero de 2010

Otro año más, otro año menos

Ya hemos llegado a 2010. Para alguien a quien el hecho de haber cambiado un número de año por otro no le resulta más especial que pasar de lunes a martes, de las cinco y veinte a las cinco y veintiuno o cambiar de autobús (esto suele ser más trascendente), por cierto, qué manía tan estúpida tenemos los humanos de ir etiquetando todo con números y palabras (estilos musicales, por ejemplo), no debería representar absolutamente nada tal cambio.

Pero, fíjense por dónde, en este caso sí que me afecta; no el cambio del numerito en sí, sino lo que conlleva: el principio del fin de la espera, la activación irrevocable de las ilusiones, la ineludible cercanía de la meta. Ya era hora, ¡estamos en año de Mundial! ¡Y somos favoritos de verdad por primera vez desde que vivo! ¡Oeoeoeoeoeooeoeoeoe!

Se hace larga la travesía que va de un Mundial a otro, la Eurocopa ayuda con su parada a mitad de trayecto, pero es demasiado camino. No obstante, aun con lo vasta que es la espera recuerdo muy bien bastantes cosas del último, el de Alemania cabezazo de Zizou aparte, sí Zizou, del que se decía en la prensa amarilla española que estaba viejo y lo íbamos a mandar a casa; también del anterior, el de Japón y Corea más allá del peinado de Ronaldo (el maravilloso gordo, no Cristiano) o la triste actuación de España que no pudo eliminar a unos hombrecillos corredores, aunque estuviesen Al Ghandur y sus jueces de línea de por medio, pero de éste tengo menos información almacenada porque tampoco vi demasiado (se aliaron mi trabajo de entonces, cierto desorden en mi vida y la patética Antena 3); recuerdo nítidamente el de Francia, maldita Nigeria, precioso París, por supuesto el de Estados Unidos, regreso de Baresi para jugar la final, el golazo de Gica, y el trinomio Sandor Puhl+Tassotti+Roberto Baggio (grande Baggio, grande).

Si siguiera echando la vista aún más atrás me daría cuenta de que también recuerdo Italia '90, el peor que he visto nunca y de donde pocas historias merecen la pena rescatar, porque lo de Michel tuvo guasa, ¿y el penalti de la final? México '86, ¡qué gozada!, el gol de Michel, el penalty de Eloy, ¡puta mierda!, pero sobre todo, ¡Diego, Diego! La memoria me alcanza solo hasta el nuestro, el del año 82 con la policía vestida de marrón, todo llevaba la imagen de Naranjito pero lo mejor era la serie que repasaba la Historia de las anteriores ediciones (sería un regalo estupendo si alguien pretendiese hacerme alguno), el empate a uno contra Honduras, Zico, Sócrates, Eder..., la cadera de Schumacher impactando contra la cabeza de Battiston, Rossi, Paolo Rossi y también, por qué no, el viejo Sandro Pertini.

Hasta ahí llegan mis recuerdos de lo que vi en su momento. Obviamente sé que en el 1978 Argentina ganó su Mundial con un estelar Mario Kempes, aunque comprasen el partido contra Perú, pero eso lo sé porque lo vi tiempo después en programas de televisión. Un amigo de mi misma edad sí que se acuerda de esa edición. Fue su primer Mundial de verdad porque para el de la RFA ya habíamos nacido pero va a ser que no recordamos nada.

Sin pretenderlo de entrada he hecho una especie de repaso nostálgico. Aunque ya sabía lo importante que es un Mundial escribiendo los anteriores párrafos he sido más consciente aún porque me he dado cuenta de la cantidad ingente de recuerdos que guardo de ellos, recuerdos nítidos, inequívocos. Solo se recuerdan así los acontecimientos que van marcando nuestras vidas o, al menos, los que consideramos importantes y, sí, para mi un Mundial lo es. ¡Joder!, me emociono y todo, claro que tengo todavía una ligera resaca de M (no de Mundial) cuestión que seguro ayuda a que me afloren este tipo de sentimientos.

Sobra decir que daré un poquito la lata por aquí con esto que se avecina.

Hordas futboleras, ¡¡enhorabuena!!