jueves, 30 de abril de 2009

Cuenta atrás

¿Diez lustros por vivir?
Nueve lunas para salir de Madrid.
Ocho meses más y termina el año.
Siete vidas tiene un gato.
Seis jornadas desde que volví.
Cinco ventanas hay en mi casa.
Cuatro veces cuatro, dieciséis.
Tres personas, ¿una historia?
Dos días para el clásico.
Uno, ése soy yo.
Cero ganas de seguir.

martes, 28 de abril de 2009

Adrenalina balompédica

Si hay algo por lo que merece la pena vivir es por semanas como la pasada, ésta y la que viene. Cuando se aproxima el final de la temporada y cada partido es una guerra a muerte, sale a flote la tensión acumulada a lo largo de las anteriores jornadas, la lucha es sin cuartel, no hay prisioneros, emoción al límite (últimamente demasiada para mis frágiles nervios, para qué engañarme).

Lamentablemente me perdí la jornada de liga que hubo entre semana porque estuve en Mastrique reconciliándome con el pasado. Busqué un bar donde pusieran el partido del Madrid pero tuve que conformarme con un Liverpool - Arsenal que tampoco estuvo nada mal, obviamente nada, comparado con el thriller de Chamartín.

Hoy aparecerá de nuevo en mi amada pantalla de televisión, más bella que nunca la luz primaveral premonitoria de los grandes combates europeos. Amo el color que el cielo adopta mientras suenan las voces del coro oficial y la cámara recorre las caras de ambos contendientes. Da igual que sea en Barcelona, Manchester, Madrid o München, ese color es único, precioso, mágico.

Y, ¿qué decir del próximo sábado? ¿Habrá Liga el domingo? Para dos tercios de los equipos sí, para Madrid y Barça, quizá, sólo quizá. Ahora que como haya de verdad, me da que se la llevan los blancos.

Vuelvo a la competición por excelencia. El Barça se enfrenta al primer examen serio de la temporada entre hoy y el próximo miércoles. Si lo pasa, ya no habrá dudas, son los mejores. Independientemente de que terminen ganando o no la Copa de Europa. Creo que lo harán, y con nota. Bien es cierto que el envite contra el archienemigo blanco del sábado los puede distraer e incluso desconcentrar si terminan perdiéndolo (sabido es que el estado anímico es fundamental en cualquier faceta), pero también creo que quien es grande no sólo lo es por jugar muy bien, sino por saber levantarse ante los golpes duros. Y creo que este Barça es muy grande.

En cuanto a la otra semifinal no tengo favorito claro. Tiene mejores jugadores el ManU, pero mejor juego últimamente el Arsenal. Va a depender de cómo estén las defensas de ambos. Y, cómo no, de la inspiración de la línea de ataque del United, si se enchufan como hicieron en la segunda parte contra el Tottenham, no hay quien resista tanta corriente. Por hacer un pronóstico, pasa Arsenal.

A cuatro horas de que empiece el festival, ¡que lo disfrutéis! Yo, seguro que lo haré.

¡Cómo me gus todo esto!

miércoles, 15 de abril de 2009

"Ya no quedan alemanes en Europa"...

... comentaba Michel (el 8) en la radio hace un par de días. Lo decía a propósito del enfrentamiento del FCB contra el Bayern en München; aseguraba que estos alemanes no son los de antaño y que el Barça no tendría mayor problema para, incluso, vencer en el feudo bávaro si fuese necesario. Y, visto lo visto, lleva razón.

Este pensamiento me ha llevado a reflexionar sobre el asunto, aún más tras el partido de anoche. Lo mínimo que se podía esperar históricamente de un Bayern herido era que te garantizase noventa minutos de sufrimiento con balones al área, rechaces, llegadas desde segunda línea, saques de esquina, vamos, un agobio tremendo, aunque luego pasaras la eliminatoria y, sin embargo ayer, nada, o casi.

¿Por qué los equipos alemanes, especialmente el Bayern y en parte la selección, han dejado de dar miedo en Europa? Creo que tengo algunas de las claves.

En primer lugar vemos cómo los clubes alemanes se han poblado en los últimos años de jugadores foráneos. Una de las características incuestionables del football y los jugadores alemanes era sin duda la fortaleza física y mental innatas, lo que les permitía jugar a un buen ritmo todo el partido. De hecho siempre jugaban al mismo ritmo, fuesen ganando o perdiendo. Es sabido que en el momento en que el rival bajaba la guardia lo arrollaban, precisamente por esa cadencia machacona que tenían.

Los futbolistas extranjeros no tienen esa condición física de base con la que cuenta el teutón y, obviamente, tampoco la mental, por lo que por ahí se les ha ido escapando esa virtud. Además, los que llegan de fuera, salvo contadas excepciones no tienen un gran nivel competitivo por lo que la Bundesliga en su conjunto se resiente, los nacionales pierden referencias durante su formación y no pueden mejorar como cuando en sus clubes militaban jugadores que eran importantes en Europa.

También ha contribuido el hecho de que el poseedor de los derechos de televisión quebrase, no pudiese pagar la millonada que prometió y finalmente los clubes se hayan tenido que conformar con menos dinero del que se está pagando en las ligas fuertes europeas. Obviamente, al recibir menos ingresos no pueden competir con los de fuera, se tienen que conformar con fichajes de medio pelo, etc.

Por otro lado, podemos notar cómo los alemanes que destacan últimamente son futbolistas diferentes a los de antaño y, por qué no decirlo, peores. Veamos: Ballack, Schweinsteiger y Lahm son tres de los mejores. Ballack ya lleva unos cuantos años y sí que se puede considerar un tipo de la vieja escuela. Es alto, potente, llegador, buen cabeceador, con un tiro lejano extraordinario, muy sobrevalorado para mi gusto pero, en principio, cumpliría con el prototipo de siempre. Pero los otros dos son blandos, intermitentes, buenos técnicamente pero incapaces de marcar un ritmo alto de partido por sí solos. Claro está que Alemania siempre ha tenido jugadores de este calibre, quizá no tan blandos, pero sí muy técnicos como Mehmet Scholl, Littbarski, Matthäus. La diferencia, entonces, ¿cuál es?, que éstos estaban rodeados de auténticos panzer no exentos de calidad por otra parte y los de ahora miran alrededor y ven jugadores con la quinta parte de fuerza y la mitad de calidad. Bueno, Matthäus, además de técnico era otro portento físico que le pasaba por encima a cualquier rival que tuviese enfrente.

Otra de las claves está en el estilo de juego que se ha ido imponiendo en los equipos importantes de la Bundesliga y en la selección alemana, quizá provocado precisamente por la falta de materia prima para llevar a cabo el típico juego alemán. Casi todos han variado de su clásico 3-5-2 con el líbero saliendo desde atrás con el balón para bien organizar o desplazarlo en largo y con dos hombres en banda de largo recorrido, al 4-4-2 ó 4-2-3-1 sin el mencionado líbero, laterales convencionales y, naturalmente, marcaje en zona. Ello ha influido aunque creo que por jugar con uno de estos sistemas o cualquier otro no se tiene por qué perder ciertas características como la fuerza, la garra, el ritmo, o el empuje.

La selección, aun con jugadores de mucha menor calidad que hace una década todavía lucha en las citas importantes por estar arriba. Ahora bien, tampoco da nada de miedo. Si vemos la final de la última Eurocopa, hubo por momentos que parecieron un juguete roto en manos de España. Jamás hubiésemos pensado que una final iba a haber sido tan plácida frente a esta gente.

Cuando Klinsmann cogió el equipo antes del Mundial 2006 trató de darle otro aire, todavía no sé si acertadamente o no, y decidió que debían jugar con menos balón largo, más toque y aprovechando su fuerza innata. No le salió mal la jugada y cayeron en seminfinales contra Italia, tras prórroga con un equipo bastante inferior al azurro. ¿Por qué cambia el estilo? Ya he aludido a ello anteriormente, ¿porque no tiene jugadores que puedan jugar a la usanza de los últimos treinta años, ¿porque no le gusta esa forma en la que él tanto destacó como delantero?

Un último apunte, pero no por ello menos importante. Me da la impresión de que la mentalidad en general del pueblo alemán ha sufrido cierta metamorfosis durante la última década, probablemente propiciada por el gran número de inmigrantes que se han instalado en su sociedad, por la caída del Muro y, creo, aunque daría para escribir bastante, por el cambio de una sociedad muy marcada por las carencias vividas tras la II GM, la posterior conversión en una potencia a fuerza de puro trabajo, trabajo y más trabajo y el hecho de que las nuevas generaciones son las primeras que no han tenido presente durante su formación todo ese sufrimiento y resurgimiento del pueblo alemán por lo que su personalidad ha podido variar respecto a la de sus mayores. Son el fruto de una sociedad del bienestar con un enfoque distinto y por tanto otro pensamiento. Como éste se traslada a cualquier esfera cotidiana y, por tanto, al football y a la manera de jugarlo tengo claro que se trata de un factor importante.

Hasta 2006 jamás vi a un alemán festejar otra cosa que no fuese un triunfo, menos siendo anfitriones y, sin embargo, Alemania entera se lanzó a la calle a aclamar a sus jugadores por haber sido eliminados en semifinales. ¿Han perdido esa soberbia tan característica?, ¿esa sensación de superioridad que los hacía sentirse invencibles? La confirmación la tuve cuando ganamos la Eurocopa y al día siguiente salían en los informativos imágenes de la Puerta de Brandemburgo abarrotada de gente celebrando el subcampeonato. Hace veinticinco años a los festejos (obviamente no en el mismo lugar) hubiesen ido cinco, si acaso.

Mañana escribiré del otro partido, del PARTIDAZO que jugaron Chelsea y Liverpool.

¡¡Unbelievable!!

viernes, 3 de abril de 2009

¡Jaleo, jaleo!

Semana Santa, semana europea.

Empiezan los cuartos de Copa de Europa y vuelvo a hacer mis pronósticos. Antes de ello un par de observaciones sobre la fase de clasificación para el Mundial 2010:

1. Sigo sin ver a ninguna selección mejor que España.
2. No me gusta que Vicente juegue con dos pivotes defensivos, sobra uno. Si fuimos capaces de ganar y marcar estilo con uno solo no sé a qué viene meter a dos. Perdemos en movilidad y combinación. Espero que se dé cuenta.

Vamos a lo nuestro.

ManU - FC Porto

Para mí es la eliminatoria más desnivelada. Clarísimo favorito el United, tanto que si se lo toman en serio podrían dejarlo todo resuelto en el encuentro de Old Trafford.

Las armas del Porto deberían pasar por aguantar el chaparrón de la primera media hora y después tratar de salir al contraataque con rapidez y con varios hombres. Para ello cuenta con Hulk, Lisandro y Lucho.

Como siempre en los casos donde existe tanta diferencia entre dos equipos, las opciones de los portugueses pasan por un exceso de confianza de los de Manchester.

Apuesto por tanto por el ManU.

Villarreal - Arsenal

Son dos equipos cuya filosofía de juego es idéntica. Mucho toque, nada de rifar la pelota y llegar al área rival con cuantos más hombres mejor, pero siempre sin desarmarse. De hecho tocan tanto como parte de su estrategia para dar tiempo a la segunda línea a sumarse al ataque.

El Arsenal tiene un ligero problema respecto del Villarreal, le cuesta mucho hacer gol. Quizá ahí radique la ventaja para los de amarillo, que tienen muchísima más pólvora arriba.

A favor del Arsenal está una mayor fortaleza física, que en la vuelta puede ser importante, que probablemente recuperen a Cesc y quizá que se lo creen algo más que los castellonenses.

Cualquiera que se despiste puede recibir un baño por parte del otro.

En todo caso, creo que pasará el Villarreal porque tiene más gol que los gunners.

FC Barcelona - Bayern München

Por lo que escuché casi todo el mundo en can Barça da por bueno el cruce con los bávaros. Craso error. Bien es cierto que este Bayern no es el temible de otras temporadas pero llega en el mejor momento del año y aunque cada vez tiene menos alemanes, éstos nunca son de fiar en una eliminatoria.

El primer problema que tendrá el Barça es el de la relajación y la confianza. El Bayern tiene sus armas, no se va a amilanar en el Camp Nou y si los catalanes no salen al cien por cien, los muniqueses sacarán tajada, seguro. Además los jugadores querrán demostrar que tienen calidad para vestir una camiseta tan legendaria como la roja que vistieran hombres como Beckenbauer, Breitner, Rummenige, Matthäus o el propio Klinsmann.

Otra ventaja (en este caso sí que lo es) que tendrán los alemanes es la vuelta en su casa. Allí juegan siempre con uno más y aunque el Barça está plenamente capacitado para ganar en cualquier campo de Europa puede pesarle si no van con un buen resultado.

Es obvio que el favorito es el Barcelona pero sabido es que no siempre gana el mejor. Nadie ha puesto todavía en verdaderos problemas a los azulgrana y creo que por primera vez en la temporada los va a tener, veremos cómo lo solventa. Cuando rindiendo al setenta por cierto arrollas a los rivales y no te ves forzado a jugar nunca al cien por cien es complicado cambiar la marcha si te lo exigen, ésa es mi única duda.

En cuanto a hombres, los mejores del Bayern están arriba, Ribéry, que se sale últimamente, Toni y Klose, goleadores en estado puro. Lo bueno para el Barça es que parando a éstos lo tiene todo hecho, lo malo, que aun sin estar bien te pueden hacer un gol en cualquier momento.

Como me gusta apostar, lo hago por el Bayern, me da que pueden dar la sorpresa, más jugando como he dicho la vuelta en München.

Liverpool - Chelsea

Ya se ha convertido en un clásico este enfrentamiento, sólo que las tres veces anteriores se dio en semifinales, si no recuerdo mal.

Para mí es la eliminatoria más potente de las cuatro por la envergadura de ambos equipos. El Liverpool es un excelente equipo con un par de excelentes jugadores y el Chelsea tiene a varios excelentes jugadores pero rinde menos de la suma de individualidades.

Se me antoja clave la primera media hora de partido. Si el Liverpool sale como contra el Madrid, los de azul tendrán bastantes problemas; claro está, que son más competitivos que los Raúl y compañía y no se los comerán tan fácilmente. Si la conexión Alonso-Gerrard-Torres funciona, díficil lo tendrán los de Stamford Bridge.

El Chelsea, por otra parte, no necesita llevar el peso del partido ni jugar bien para hacer gol. Con Drogba arriba basta un pelotazo a la espalda de los centrales para que el marfileño te la pueda liar. En todo caso, ambos equipos son rocosos y difíciles de ganar. El que consiga imponer su ritmo tendrá prácticamente la eliminatoria en su mano. ¡Ah! y el Chelsea cuenta con la flor de Hiddink, que es importante.

Apuesto por el Liverpool, probablemente porque quiero que pasen ellos, más que objetivamente. Si el Chelsea no logra parar la maquinaria de Benítez, caerán sin remedio.

Animaos y haced vuestros pronósticos.