Hasta donde yo sé nunca me he considerado gafe. Hoy me lo han echado en cara, me han dicho que YO soy el gafe. No le he dado demasiada importancia pero ahora que lo pienso...
Todo esto viene a colación del empate en casa que hemos sufrido. Digo lo de sufrido por el partido, porque ha sido de eso, de sufrir. He salido cabreado con el nuevo entrenador, en ningún momento hemos ido por el partido y el colmo ha sido adelantarnos en el primer minuto de la segunda parte y, hala, todos para atrás y a darle el balón al contrario. Claro, que la primera no ha sido muy diferente. Como dicen últimamente, la propuesta de este tipo no me gusta un pelo. En casa hay que salir a dominar y, ni de lejos lo hemos intentado. No tiene buena pinta la temporada. Ojalá me equivoque. De los ánimos de la afición, mejor ni hablo, ná de ná.
El caso es que cuando salíamos del campo le he comentado a Joaquín que llevo sin verlos ganar los últimos partidos a los que he ido, ahí me ha dicho lo del gafe. Lo había olvidado, pero ahora, de golpe me ha venido a la cabeza. ¡Joder!, es que no han ganado ni los que he visto por la tele. Hago memoria, poca me queda, pero salvo error hace más de una temporada larga que no veo una victoria nuestra. La pasada vi en vivo lo que sigue: empate en Vallecas, y en casa, empate contra el Elche, derrota contra el Rayo. Por televisión, a saber: empate en Alicante contra el Hércules y derrota en Castellón. ¿Me olvido de alguno? ¡Uf, sí!, victoria en el último minuto contra el Córdoba en casa, gol de Miku. No hacía tanto tiempo, uno de cinco, no soy yo, ¿no?
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