viernes, 7 de agosto de 2009

Mierda de...

Viernes, 6h15 aprox. , metro Alonso Martínez.

Entro a la par que llega el tren. ¡Genial porque voy muerto y solo quiero llegar a casa cuanto antes! Apenas hay asientos libres, ¿pero no era agosto? ¡Mierda de ciudad!

Tras un rato pensando en banalidades mi clarividencia se agudiza a pesar de la borrachera: ¡si casi toda la gente que veo va a trabajar! Veo sus caras tristes de personas tristes, con pinta de llevar una vida aburrida; no me extraña si tienes que estar en un metro a las 6h30 camino del curro. ¿A qué hora se ha levantado esta peña? Me entran escalofríos solo de pensarlo. ¡Mierda de sistema!

Busco entre la concurrencia (el vagón va más cargado que hace cinco minutos) alguien con quien empatizar, es decir, que se note que va a la cama, como yo. Me cuesta encontrarlo, incluso mirando más allá de veinte metros. Tengo la duda sobre la morena alta de larguísimas piernas y pantalón corto. Está riquísima, pero ¿va o viene? En realidad no es un pantalón corto, sino una especie de vestido que termina en pantaloncito. Goya, se va, ¡noooo! ¡Mierda de parada!

Giro la cabeza. Éste es de los míos. Ha debido de entrar hace poco. Viste de negro, algo fondón, titubea al caminar antes de sentarse. Anda que no hay peña ni ná a estas horas. ¡Mierda de metro!

Mi parada. Sólo rezo para que fuera no se haya hecho de día. Todavía aguanta la noche, no le queda mucho pero aguanta. ¡Llegué! Entra luz por la ventana ¡Mierda de sol!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

lo peor aún es que te pille la vuelta sin las gafas de sol, pardiez !
mierda de claridad !
c.

Q dijo...

No uso gafas de sol.

Anónimo dijo...

para la vuelta de esas noches elásticas que duran hasta la tarde del día siguiente tienen un efecto balsámico. detrás de ellas es más fácil...
c.

Q dijo...

Sobre todo si las noches elásticas son en el desierto...