Multitud de sensaciones y sentimientos agolpados en mi estómago durante estos dos meses de ausencia. Sigo sobre mi montaña rusa particular. Tuve tan cerca vivir algo extraordinario... pero se escapó, se fue, tendría que ser así, supongo, no se iba a sostener durante mucho tiempo pero hubiese sido interesante, complicado pero interesante.
¿Me he vuelto más enigmático de lo habitual? También más vulnerable.
Y la ruleta sigue girando. No tengo idea del próximo número donde caerá la bolita pero ahora necesito un poco de calma, de paz. La necesito para los próximos vaivenes, los que seguro que vendrán. Por una parte no los quiero, hace que me deje el alma a jirones por las esquinas pero por otra hacen que me sienta vivo. Es tan agotador...
¡Ah!, que no se me olvide lo mejor: ¡¡Volvemos a ser primeros tras ocho años!! ¡¡Que se acabe la liga ya!! ¡¡Hala Unión!!
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