La experiencia o en su caso la historia nos enseñan que en esta dimensión (¿acaso hay otras?) nada es eterno. Entonces, ¿por qué muchas veces nos empeñamos en creer que nuestra pareja, nuestros amigos, nuestros gustos van a durar eternamente?
Nada es eterno: amor, adicciones, alegría, follar, meter, sacar, meterse, ponerse; derrotas, victorias, caídas y subidas, estilos musicales, artes y artistas; vida, árboles, rojos, blancos, azules y negros; religiones, rituales y fobias, la memoria...
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