Hoy he visto a Ansar en la tele. Hacía tiempo que, afortunadamente, le había perdido la pista pero para mi desgracia ha ocurrido. Eso me pasa por sintonizar informativos y espacios de opinión política. Al final termina uno con el cerebro hecho fosfatina. Llevo tiempo protegiéndome de tanta desgracia, estupidez y opinión perversa que emanan de dichos programas.
A lo que iba, ha vuelto el hombre. Con su bigotillo casposo y canoso. Con sus pulseras. Con sus estupideces. ¡¡Ah!! y con su pelo largo asquerosamente adosado a su cabecita. Como lo tiene tan largo se le despeina por detrás y estaba de lo más gracioso. Soltando chorradas y con cresta trasera. Menudo payasete.
Estos días de atrás he tenido noticias de la visita que los patriarcas de la familia Mongo han realizado a ciertas tierras extrapeninsulares (no sé si el palabro está bien utilizado) y se me ocurren algunas preguntas:
1. ¿Por qué han tardado tanto?
2. ¿Quién les ha sugerido que fuesen?
3. ¿Por qué ahora?
En fin, odio a muerte.
1 comentario:
Rojo.
Millán Astray
Publicar un comentario