Ojalá que esta aventura vista con la perspectiva que da el tiempo no se quede tan sólo en algo aislado, sino que suponga el inicio de una etapa vital duradera, interesante, próspera y, ¿por qué no?, apasionante.
Acostumbrado, no obstante, a emprender extrañas (sobre todo para el resto) andaduras sin que los réditos de éstas pueda considerarlos como abundantes o claramente beneficiosos, de entrada no espero gran cosa pero sí, al menos, disfrutar como intento siempre de cada minuto empleado en llevar a cabo la particular empresa.
Y como recientemente ha dicho D10S: sigan mamando.